Ser santos
Un error muy extendido en los hombres de este tiempo es creer que
la vida sobre la tierra es la única vida que existe y que hay que aprovecharla
y disfrutarla al máximo porque luego viene la muerte y todo se termina.
¡No! No es que todo se termina con la muerte, sino que todo
comienza, porque después de la muerte viene el premio o castigo merecido por
las obras y el modo de vivir que tuvimos en la tierra.
Entonces hay que tener bien en claro que este tiempo de vida sobre
la tierra no es para que lo pasemos despreocupadamente sino para que lo aprovechemos
bien para ser santos, para hacer buenas obras y vivir de acuerdo al Evangelio,
así evitaremos el Infierno y alcanzaremos el Cielo.
Hoy, con el materialismo y el progreso moderno, que nos quiere
hacer creer que la felicidad está en el tener más, y en disfrutar de las nuevas
tecnologías, y que nos hace descuidar la oración, es un gran engaño de Satanás,
que sabe cómo son las cosas y que no deja nada por intentar con tal de
arrastrar el mayor número de almas al Infierno.
Si queremos ser santos, no descuidemos la oración, porque sin
oración no hay santidad posible. Es más, sin oración no hay salvación
posible.
Recordemos entonces que esta vida terrena es tiempo de prueba,
donde el demonio nos pone duramente a prueba, especialmente a los que le
hacemos frente y tratamos de vivir nuestro cristianismo y vivir en gracia de
Dios. De esta prueba dependerá nuestra eternidad. Entonces seamos inteligentes
y prudentes y utilicemos esta vida para ganar la otra y no para perderla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma