Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

sábado, 25 de junio de 2016

TRIDUO NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO - Día II




INVOCACIONES

A cada invocación se responde: 
"Madre de amor, ven en mi socorro"

* Madre del Perpetuo Socorro, cuyo solo nombre inspira confianza: R/.

* En el momento difícil de la prueba, para ser fuerte. R/.

* Cuando haya tenido la desgracia de caer, para que vuelva a levantarme. R/.

* Frente a la mentira y a la injusticia, frente al afán de poseer para mantenerme libre. R/.

* Si se oscurece mi fe, decae mi esperanza y me enfrío en el amor. R/.

* Al participar en los sacramentos y en el servicio a Dios y a los hermanos. R/.

* En todos los acontecimientos y ocupaciones de la vida. R/.

* Para estar atento a la Palabra de Dios y responder a sus dones. R/.

* Para conseguir con mi ejemplo que los demás te invoquen y te amen. R/.

* Madre mía, para ser fiel a Cristo, hasta llegar a la gloria del Padre. R/.

ORACIÓN II

ORACIÓN. ¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Vos sois la dispensadora de todas las gracias que Dios nos concede a nosotros pecadores; y si os ha hecho tan poderosa, tan rica y tan benigna, es para que nos socorráis en nuestras miserias. Vos sois la abogada de los reos más abominables y desamparados que a Vos recurren; socorredme también a mí, que a Vos me encomiendo, en vuestras manos pongo mi eterna salvación y a Vos entrego mi alma; contadme en el número de vuestros más especiales siervos; acogedme bajo vuestra protección, y eso me basta. Si, porque si Vos me protegéis ya nada temeré; no temeré mis pecados, porque Vos me alcanzaréis perdón de ellos; no a los demonios, porque Vos sois mas poderosa que todo el Infierno; no temeré a mi propio Juez, Jesucristo, porque con una súplica vuestra El se aplaca. Solo temo que por mi descuido deje de encomendarme a Vos, y así me pierda. Obtenedme, Señora mía, el perdón de mis pecados, el amor a Jesucristo, la perseverancia final y la gracia de acudir siempre a Vos, ¡oh Madre del Perpetuo Socorro! 

Rezar cinco Avemarías. Hacer la petición del favor que se desea obtener con este triduo. Terminar con....



ORACIÓN FINAL
V. Te has hecho, Señora, nuestro Refugio.
R. Socorriéndonos oportunamente en la tribulación.

ORACION. Dios Omnipotente, que en tu misericordia nos diste la Imagen de tu Bienaventurada Madre, para que con el titulo especial de Perpetuo Socorro la venerásemos: concédenos, Señor, que en todas las vicisitudes de nuestra peregrinación en esta vida seamos, con la continua protección de la Inmaculada y siempre Virgen María, asistidos y amparados y merezcamos conseguir los premios eternos de tu Redención. Que vives y reinas por los de los siglos. Amén.



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