Testimonio de un lector
Muchas personas nos brindan testimonios de la presencia que Dios
permite a las almas del purgatorio en la vida de sus familiares aun vivos. Esto
ocurre por un misterio de Dios, que desea oremos por ellos, que lo necesitan en
grado máximo. En esta ocasión compartimos con ustedes un testimonio de una de
nuestras lectoras, Alejandra Beatriz Vardaro. Ella nos cuenta su experiencia
con las benditas almas del purgatorio. Pongamos atención a lo relatado
– Ofrezcamos una oración por las almas del purgatorio, que lo
necesitan.
Hola mi nombre es Alejandra Beatriz Vardaro y quería contarles
que el 2 de junio de 1994 falleció mi abuela, y siempre fui mi apegada a ella.
La velamos en su casa, en una de las habitaciones. Era de noche
y, junto a la familia más íntima, estábamos reunidos en la cocina.
Mi abuela quedó solita en la habitación donde estaba siendo
velada. De repente escucho muchas voces que rezaban el Padrenuestro.
Salgo de la cocina sin decir nada y mi marido me sigue. Vamos al lado del
cajón y mi esposo me pregunta: ¿Escuchaste?
—Sí —le digo— ¿Qué escuchastes vos?
—Rezar el Padrenuestro, pero muchas voces a la vez —me contesta.
—Lo mismo escuché yo —le digo— por eso salí de la cocina. Pensé que había llegado gente.
Después de muchos años comprendimos que eran las benditas almas
que la acompañaban y rezaban por ella.
Testimonio de Alejandra Beatríz Vardaro –
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