Memoria de Nuestra Señora de los Dolores (Angustias), que de pie junto a
la cruz de Jesús, su Hijo, estuvo íntima y fielmente asociada a su
pasión salvadora. Fue la nueva Eva, que por su admirable obediencia
contribuyó a la vida, al contrario de lo que hizo la primera mujer, que
por su desobediencia trajo la muerte.
Dios te salve, María,
llena eres de dolores; Jesús crucificado está contigo;
digna eres de llorada y compadecida entre todas las mujeres,
y digno es de ser llorado y compadecido Jesús, fruto bendito
de tu vientre.
Santa María, Madre del
Crucificado, da lágrimas a nosotros crucificadores de
tu Hijo, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma