Sólo sé que, en la
oscuridad, me perdía
y, desde que te
encontré, he encontrado razones para vivir.
Sólo sé que, creía
saberlo todo
y, desde que te
encontré, comprendí que me faltaba la auténtica sabiduría.
Sólo sé que, pensaba
contemplarlo todo
y, desde que te
encontré, todas las cosas han recobrado otro color.
Sólo sé que, me sentía
muy seguro de mí mismo
y, desde que te
encontré, ya no camino por arenas movedizas.
Sólo sé que, ahora más
que nunca,
estoy hecho para la
vida más allá de la muerte.
Sólo sé que, ante
tanto fuego de artificio,
sólo Tú, Señor, eres
la LUZ verdadera.
Sólo sé que, no hay
mayor pecado que el cerrarse a la gracia,
sabiendo que Tú la das
gratuitamente.
Sólo sé que, no por solamente
ver,
sigo creyendo y
esperando en tus promesas como el mayor de los milagros.
Sólo sé qué, vivía en
un mundo vacío,
y Tú, con tu paso, lo
has llenado todo.
Sólo sé qué, mis ojos
me dictaban cómo era todo,
y mi corazón me
susurraba que le faltaba "Alguien".
Sólo sé qué, aún
viendo no te veía,
y ahora sin verte
estoy más seguro de conocerte.
Sólo sé qué, el mundo
puede dar respuesta a mi ceguera física
pero, sólo Tú Señor,
eres capaz de abrirme el entendimiento y el corazón a lo verdaderamente importante.
Ayúdame, Señor, a
mirar con amor. A ver las cosas como Tú las ves.
Y si es necesario,
Señor, opérame con el láser de tu gracia divina.
Amén.
P. Javier Leoz
Precioso Magda...muy ungido.Muchos abrazos para toda la familia.
ResponderEliminarDios os bendiga.