A ocuparme, razonablemente
en aquello que sea para tu gloria,
para el beneficio de los míos y de mí
mismo,
A disfrutar el presente, sin estar tan
pendiente
de lo que pueda ocurrir mañana.
A, mirar hacia el futuro,
aportando las semillas que siembro hoy
en el camino.
AYÚDAME, SEÑOR.
A sentir tu mirada en aquello que veo.
A palpar tus manos en mis pequeñas obras
de cada día.
A escuchar tu Palabra en las mías,
pobres, torpes y atropelladas.
AYÚDAME, SEÑOR.
A vivir comprometido pero sin ansiedad.
A caminar ligero, pero sin prisas.
A trabajar con empeño, pero sin nervios.
A soñar con un futuro mejor,
sin olvidar que puedo superar el
presente.
AYÚDAME, SEÑOR.
A confiar en tu mano providente.
A no tener miedo al mañana que me
aguarda.
Contigo, Señor, me basta.
Amén.
P. Javier Leoz
Bendiciones abundantes para todos los que trabajan en alimentar ésta página y el alma de los que nos refugiamos en ella, porque a través de éste medio nos acercamos al Amor de los Amores.
ResponderEliminarJudith
Un gran abrazo Judith desde Paraguay, gracias por tan lindas palabras. Bendiciones!
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