María
nunca asustaba. Es la primera cosa que quiero decir para describirla.
Además, los apóstoles la eligieron para que les tranquilice antes de
Pentecostés, para prepararles a acoger a Jesús, en el Cenáculo cuando
tenían miedo.
También sabía alegrarse, incluso divertirse, como lo vemos en las bodas de Caná, estando a la escucha de los deseos, hasta los más sencillos de los que la rodeaban. Sabía participar en la vida de sus contemporáneos, charlaba con las mujeres de Nazaret, educaba a Jesús con paciencia, dulzura y humildad.
Es importante invitar en nuestras familias a la familia de Nazaret, para que nos enseñen a ser como ellos, y cómo vivir las dificultades. Vemos en el Evangelio (...) que la Sagrada Familia tuvo dificultades. José y María estaban preocupados, buscaron a Jesús y luego hablaron con él y aceptaron. Todo se vivió sin violencia, con mansedumbre y humildad.
También sabía alegrarse, incluso divertirse, como lo vemos en las bodas de Caná, estando a la escucha de los deseos, hasta los más sencillos de los que la rodeaban. Sabía participar en la vida de sus contemporáneos, charlaba con las mujeres de Nazaret, educaba a Jesús con paciencia, dulzura y humildad.
Es importante invitar en nuestras familias a la familia de Nazaret, para que nos enseñen a ser como ellos, y cómo vivir las dificultades. Vemos en el Evangelio (...) que la Sagrada Familia tuvo dificultades. José y María estaban preocupados, buscaron a Jesús y luego hablaron con él y aceptaron. Todo se vivió sin violencia, con mansedumbre y humildad.
Padre Emmanuel Gobilliard
www.cathedraledupuy.org
Un Minuto con María
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