Cuando se medita el Evangelio de cada día, uno siente el asombro de que palabras escritas hace más de dos mil años, conservan siempre la misma frescura.
Es una pena que haya tanta gente que no las piense cada día. De hacerlo, notarían que su vida interior y exterior cambiaría radicalmente.
Pon atención y hazte una radiografía de su incidencia en tu vida personal. No mires a los otros. Mírate a ti mismo.
Dice Jesús: “Tenéis que nacer de nuevo”.
Es una gozada el sentido de esta frase.
Se mete en nuestra alma como una brisa suave
que nos hace sentir la dulzura del tiempo concentrado
en nuestro rostro bañado por tanta suavidad.
Nacer de nuevo cada día consiste en ponerse
en actitud de aceptar el día- no tal como viene-
sino dándole el aire renovador que necesita tu vida.
Si no naces cada día, pronto te marchitas.
Y ya ves que hay gente joven en edad y que,
sin embargo, vive como la gente anciana.
Bueno, en realidad, quien se renueva
cada día nunca siente la vejez.
Nacer de nuevo es un piropo que te lanza cada día
la naturaleza parque te sientas amado por ella.
Guardaos de los falsos profetas.
Sí, no hace falta que te diga que son falsos profetas
odos aquellos que, aunque están a tu lado,
te llevan a acciones, pensamientos y deseos
que empobrecen tu personalidad.
Son falsos profetas todos aquellos que hacen
de la vida un territorio para sembrar la discordia
e inoculan en tu interior el veneno de la desilusión.
¡Vive hoy feliz!
P. Felipe Santos Campaña SDB
Fuente:celebrandolavida.org
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