Señor, al iniciar este nuevo día te presento mi vida y todo lo que viviré.
Tu Palabra me anuncia que tú eres Rey de paz y de justicia, aquel que defiende al pobre, sostiene al débil y libera al que no tiene amparo.
Haz que mi corazón se abra hoy a tu paz, para que pueda llevarla a los demás.
Enséñame a vivir con un espíritu justo, atento a quienes necesitan consuelo, escucha o una simple cercanía. Que mis gestos sean un reflejo de tu amor que salva y levanta.
«Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz».
Señor, que hoy seas tú quien reine en mis pensamientos, en mis palabras y en mis acciones.
Amén.
