No hay viaje tan corto como la vida, ni tan largo como el de esa misma vida cuando se cree que esta tierra es el final.
Que tan natural como el nacer lo es el morir; que el nacer es la antesala de una etapa, mientras que el morir lo es de la eternidad; que, si no hubiera nada más, la muerte sería el final y no habría nada que celebrar.
Esta noche huyo de macabras burlas y me aferro a ese silencio que guarda el corazón por los que vio partir, la que necesita el alma para pensar en la nueva vida de quienes murieron.
Esta noche no es la fiesta de una desesperanzadora muerte, aunque haya quienes quieran ocultar su tragedia bajo grotescas máscaras y siniestras risas, no. Esta noche es la fiesta de quienes murieron con la esperanza de encontrarse con la Vida, una noche de silencio, que invita, más que a burlarse de la muerte, a rezar por quienes ya la encontraron y entraron en la Vida....eterna.
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