La vida de la Virgen fue también una vida muy dolorosa y con circunstancias muy amargas.
El ver a su Hijo nacer en una cueva de animales, el verlo perseguido a muerte ya en su niñez, el tener que huir a Egipto para salvarlo, verlo después en su vida pública desconocido, rechazado, perseguido, calumniado, tomado preso, condenado a muerte, clavado en la cruz, muerto y escarnecido...
La vida del cristiano también se desarrollará en circunstancias a veces muy dolorosas; sabrá el cristiano lo que son las lágrimas; el hecho de conocer que la Virgen también sufrió en su vida le dará fuerzas para llevar el dolor con paz y aún con alegría.
MARÍA VEN Y DANOS LA ALEGRÍA QUE NACE DE LA FE Y DEL AMOR, EL GOZO DE LAS ALMAS QUE CONFÍAN EN MEDIO DEL ESFUERZO Y DEL DOLOR
Padre Nuestro. . .
Ave María. . .
Gloria. . .
(Padre Alfonso Milagro)
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