Le preguntamos lo siguiente, ¿considera que es digno de tomar a
Dios con las manos? ¿Tiene siempre las manos limpia? ¿Cree que es importante
respetar la opinión de Jesús al respecto o es una decisión personal de cada
fiel?
Jesús promete a quienes no recibamos la Sagrada Comunión en la mano
las siguientes promesas:
1.- A quienes no reciban en su mano Mi Propio Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad, Yo Prometo colmarles de Mis Bendiciones en sus manos,
corazón, alma y en todo su ser.
2.- Les prometo muchísimas más gracias en la vida terrena, y las
consiguientes mayores garantías de salvación y aumento de Gloria esencial y
accidental, por todo su vivir eterno Conmigo en el Cielo.
3.- Me sentirán en la Comunión tan en todo su ser y con tantísima plenitud,
que se les quite el deseo natural de tocarme.
4.- Si así obran, recibirán grandes gracias Mías y grandes
beneficios para toda su casa.
5.- Prometo a quienes debidamente hagan lo que más deseo, especial
poder en sus manos contra los enemigos del alma; y a muchos daré dones de
curación.
6.- Yo prometo que si así hacen con perseverancia, llegarán en todo
con mayor intensidad, a buscar sólo Mi mayor Honra y Gloria, y Yo los ensalzare
especialmente, toda la eternidad.
7.- Concederé, a los que por amor a cumplir todos mis
designios, no Me reciben en la mano, por mayor adoración, humildad y santo
respeto, el don de discernimiento de espíritus con mayor intensidad.
8.- Sus nombres estarán escritos especialmente en Mi Corazón, sí,
por darme mayor gusto, comulgan en la boca y no en la mano.
9.- Prometo que les aumentaré todas las virtudes, como
recompensa a esa mayor humildad que supone el nunca creer limpias sus propias
manos para tocarme.
10.- Prometo que propagarán fielmente Mi Doctrina, y vencerán con
más facilidad toda clase de tentaciones.
11.- No distanciarán de Mí, a las almas, los que Me reciban en la
boca y no en la mano, si lo hacen con la debida reverencia, y viven así durante
cada uno de los días de su vida.
12.- Prometo que no tendrán la puerta cerrada para Mi Amor los que,
por afecto a Mi gusto, Me den consuelo recibiéndome siempre en la boca y nunca
en la mano.
13.- Si así perseveran por agradarme más, comulgando en la boca,
les prometo llegarán a obrar sólo por Mí Corazón, con Mi Corazón, en Mi
Corazón, para Mi Divino Corazón.
14.- Prometo a los que así Me honren, ser muy intensa y
complacidamente oídos por Mi Corazón.
15.- Si en esto tan importante para Mí, Me dan el mayor gusto,
gustarán siempre, por Mi Amor, el seguir Mis Divinas mociones, y Yo los
recrearé especialmente, como prueba de Mi complacencia en el hecho de que
comulguen siempre en la boca y nunca en la mano.
16.- Estos, harán siempre mucho mayor bien a las almas; en cambio,
los que insistan en tomarme, en la mano, estarán endurecidos en muchas cosas
hacia Mi Voluntad, y oscurecidos sobre Mi Propio gusto, Mi Propia Predicación y
Mi Propio Magisterio.
17.- Todo lo contrario a quienes tiemblen en sus manos y no toquen
la Sagrada Forma Consagrada, se preparen especialmente en todo su ser, a la
hora de recibirme en comunión, Me pidan que Sea Yo Sólo y nada ellos: Prometo
la gracia de llegar en breve a altísima perfección cristiana, buscarán Mi
Rostro con más amor, se olvidarán más fácilmente de si mismos, tendrán siempre
Mi Corazón consolado por este gesto, recibirán mayores luces celestiales y
tendrán mayor alegría de Mi Corazón por los siglos de los siglos.
Prometo a quienes difundan estas promesas
1.- El don del conocimiento de los corazones.
2.- Alcanzarán gloria excelsa en el Cielo.
3.- Tendrán larga vida espiritual, aunque no siempre material, pero
en pocos años, como si hubieran vivido muchísimos años de santidad.
4.- Daré grandes bendiciones a su familia.
5.- Cuanto más los difundan, más me derramaré en ellos.
6.- Les haré sentirme de modo inefable, en una plenitud creciente.
7.- No les permitiré las empresas que acometan, si no son de mi
agrado.
8.- Pondré en su senda Luz suficientísima para que con Mi sobre
abundante asistencia, eviten el mal y hagan no solo lo bueno, sino lo que más
Me agrada.
9.- Les daré aun mayores gracias, incontables si las difunden con
fervor: consideren gran omisión no dar a conocer Mis Promesas.’
“No son ni 10 ni 20 los verdugos que destrozan Mi Cuerpo,
son muchísimas las manos que lastiman Mi Cuerpo recibiendo la Comunión en la
mano; el trabajo sacrílego de Satanás.
“Prometo a quien ore por Mis sacerdotes la remisión de toda
pena temporal debida, no habrá purgatorio para quien se aflige a causa de los
sacerdotes tibios sino paraíso inmediato después de su último aliento.”
“Mientras el hombre cuente con un instante de vida aun tiene
tiempo de recurrir a la Misericordia e implorar perdón... Oigan bien, si les
queda un segundo de vida, aprovéchenlo, porque en él pueden ganar la vida
eterna.”
(Jesús en “La Pasión”, dictada a Catalina Rivas, vidente
estigmatizada. Imprimátur: Mos. René Fernández, Arzobispo de Cochabamba.
Bolivia)
Cortesía de Estela Marta Castelli, Hilda Soto y Josep Puig.
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