Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

jueves, 16 de febrero de 2017

El pecado



El pecado es el único mal del que debemos huir con todas nuestras fuerzas, pidiéndoles ayuda a Dios y a la Virgen para evitarlo a toda costa. Digamos como decían los santos: “Morir antes que pecar”. Pues el pecado es la causa de todo el mal que hay en el mundo. Tanto el mal individual como el mal social, tienen su causa en los pecados de los hombres. Si queremos que el mundo cambie, tratemos de evitar el pecado, cumpliendo los Diez Mandamientos y las enseñanzas de Jesús en el Evangelio, e invitemos a los demás a hacer lo mismo.

Nunca meditamos lo suficiente en que el pecado es el verdadero torturador de Jesús, es el que lo hizo sufrir en la Pasión y el que lo vuelve a crucificar ahora. Pensemos en que cada vez que cometemos un pecado mortal, volvemos a matar al Hijo de Dios y nos condenamos al Infierno, y sólo la misericordia de Dios, a través del sacramento de la Confesión, nos puede sacar de ese estado miserable.

En el mundo aumentan las desgracias de todo tipo, la violencia, la maldad; y esto ocurre porque la humanidad ya no quiere cumplir la Ley del Señor y cada vez la desprecia más y enseña a despreciarla a través de los medios masivos de comunicación, en especial la televisión. Queremos tener una juventud buena, honesta y trabajadora, y no se le enseña religión, y no se le enseña a respetar a Dios y al prójimo. Y entonces ¿de qué nos admiramos cuando vemos tanta maldad en el mundo? Si ya nadie piensa en el Cielo que le espera si es fiel a Dios, o en el Infierno tan terrible si ofende a Dios y al prójimo.

Por eso nosotros, que todavía estamos lúcidos y vemos qué es lo importante y qué es lo secundario, tratemos de no pecar nunca, y si caemos, levantémonos al instante con una sincera confesión con un sacerdote y sigamos en el camino hacia el Cielo. Recordemos que de esto depende nuestro destino eterno: Cielo o Infierno.

 Santísima Virgen

2 comentarios:

  1. Hola Magda, tienes toda la razón. Los males de nuestro mundo se deben a que como países hemos dado la espalda a Dios y a Jesucristo y por eso nos asola la violencia, el sexo desenfrenado y todo tipo de maldades. Hasta que no volvamos a Jesucristo, como naciones no hallaremos el camino hacia la paz y la concordia, las virtudes y el bien para nuestros jóvenes. el panorama no es alentador, pero como cristianas sabemos que el Señor ya ha vencido la muerte, el pecado y el mal. Es tan solo cuestión de tiempo que esta realidad se haga manifiesta. Cuando el Señor decida. Nosotras, sigamos a Jesús, de la mano de María, en la Iglesia Esposa del Divino Esposo en la que hallamos todo bien y toda gracia. Un abrazo fraterno

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    Respuestas
    1. Es así Felicitas..por América Latina va estirando sus tentáculos el mismo mal desgraciadamente...
      Gracias por tu comentario amiga... enriquece mi blog... un abrazo fuerte desde Paraguay!

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Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

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