¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra!
Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas
amargas de la enfermedad a vuestro maternal corazón, para pediros que derraméis
a manos llenas el tesoro de vuestras misericordias sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuchéis: pero
acordaos, os diré con vuestro siervo San Bernardo, que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a Vos haya sido abandonado de Vos.¡Madre
tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por vuestra mano
curaciones sin cuento en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas
víctimas del dolor, guardad también una mirada de bendición para nuestro pobre
enfermo… Alcanzadle de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha
de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho más alcanzadnos a todos el
perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre
todo un amor grande y eterno a nuestro Dios prisionero por nosotros en los
Sagrarios.
Amén.
Virgen de Lourdes, rogad por nosotros.
Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros.
Salud de los enfermos, rogad por nosotros.
Rezar tres Avemarías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma