Guía bondadoso, infunde sabiduría en mi corazón. Ayúdame a discernir los pasos que debo dar, protégeme de los juicios erróneos y guíame hacia oportunidades que se alineen con la voluntad de Dios. Acompáñame mientras enfrento estas pruebas y líbrame de la desesperación con tu radiante presencia.
Ángel de Dios, mi protector y amigo, ruega por mí ante el trono del Todopoderoso. Pídele que alivie mi carga, que bendiga mis esfuerzos y me conceda la fuerza para perseverar.
Con tus alas de gracia, eleva mi espíritu y ayúdame a confiar en la divina providencia. Permanece siempre cerca de mí, oh santo guardián, y guíame con seguridad durante este mes y todos mis días.
Amén.
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