"Santo Ángel de la Guarda, que me fuiste concedido desde el principio de mi vida, para ser mi protector y compañero, yo (dí el nombre), pobre pecador, quiero consagrarme a Ti, en presencia de mi Señor y Dios, de María, mi Madre Celestial, y de todos los ángeles y santos.
Hoy quiero unirme a ti para no separarme nunca más de ti.
En esta íntima unión contigo, prometo ser siempre fiel y obediente a mi Señor y Dios y a la Santa Iglesia.
Prometo confesar siempre a María como mi Reina y Madre, y hacer de su vida un modelo para la mía. Prometo confesar mi fe en ti, mi santo protector, y promover con celo la devoción a los santos ángeles, quienes son, de manera especial, mi protección y auxilio en los días de lucha espiritual por el Reino de Dios.
Te pido, Santo Ángel del Señor, toda la fuerza del amor divino, para que yo sea inflamado por él; pido que mi unión contigo sea, para mí, escudo protector contra los ataques del enemigo.
Te pido, finalmente, Santo Ángel de la Guarda, la gracia de la humildad de la Santísima Virgen, para que me preserves de todo peligro y, guiado por ti, llegue a la Patria Celestial. Amén.
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