Señor mío y Dios mío,
dichoso el que en Ti confía,
el que busca en Tu Palabra su consejo y su descanso.
Haznos como ese árbol plantado junto al río,
con raíces profundas en Tu amor,
que da fruto en el momento justo
y no se marchita ante las pruebas.
Líbranos, Señor, de seguir caminos torcidos,
de las voces que alejan del bien
y de los pasos que conducen a la oscuridad.
Que nuestro gozo sea cumplir Tu voluntad,
que nuestra fuerza brote de Tu Ley viva,
y que cada obra de este día sea semilla de Tu Reino.
Tú que proteges el camino del justo,
guía hoy nuestros pasos,
y haz que todo lo que emprendamos florezca para Tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.Amén.

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