𝙎𝙚ñ𝙤𝙧 𝙢í𝙤 𝙮 𝘿𝙞𝙤𝙨 𝙢í𝙤,
Al llegar la noche y con ella la calma,
quiero acercarme a Ti para dejar a
un lado mis pensamientos dañinos y
sentir tu presencia sanadora en mi
corazón. Tú me conoces profundamente
y sabes lo que hay dentro de mí.
Hoy te pido que me hagas experimentar
tu amor y tu compañía, que tu paz llene
mi interior y me devuelva la seguridad
que a veces pierdo ante las críticas o
palabras negativas de los demás.
No quiero dejar que el miedo ni la
inseguridad tomen el control de mi vida.
Restaura, Señor, cada parte de mi ser,
arranca de mí todo odio y rencor, y
dame la capacidad de confiar en que Tú
me has hecho fuerte y capaz de superar
las dificultades. Te entrego mi descanso y
mi vida, confiado en tu amor y en tu
poder que me sostienen siempre.
¡𝐀𝐌é𝐍!
Fuente:Louisa.gcia
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