El Profeta Isaías ya había descrito con
claridad cuál era el ayuno según la visión de Dios: "Soltar las cadenas
injustas", "dejar en libertad a los oprimidos", pero también
"compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin
techo", "cubrir al que veas desnudo".
¡Aquél es el ayuno que quiere el Señor!
Ayuno que se preocupa por la vida del hermano, que no se avergüenza -lo dice el
mismo Isaías- de la carne del hermano.
Nuestra perfección, nuestra santidad va
delante con nuestro pueblo, en el cual hemos sido elegidos e insertados.
Nuestro acto de santidad más grande está precisamente en la carne del hermano y
en la carne de Jesucristo.
El acto de santidad de hoy, nuestro,
aquí, en el altar, no es un ayuno hipócrita: ¡es no avergonzarse de la carne de
Cristo que hoy viene aquí! Es el misterio del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.
Es ir a compartir el pan con el hambriento, a curar a los enfermos, los
ancianos, aquellos que no pueden darnos nada a cambio: ¡no avergonzarse de la
carne, es eso!.
Esto significa que el ayuno más
difícil es el ayuno de la bondad. Es el ayuno del que es capaz el Buen
Samaritano, que se inclina sobre el hombre herido, y no es aquel del sacerdote,
que mira al mismo desventurado pero sigue adelante, quizás por miedo de
contaminarse.
Y entonces, ésta es hoy la propuesta de
la Iglesia: ¿me avergüenzo de la carne de mi hermano, de mi hermana?. Cuando
doy limosna, ¿dejo caer la moneda sin tocar la mano? Y si por casualidad la toco,
¿la retiro de inmediato? Cuando doy limosna, ¿miro a los ojos de mi hermano, de
mi hermana? Cuando sé que una persona está enferma, ¿voy a encontrarla? ¿La
saludo con ternura?
Hay una señal que tal vez nos ayudará,
es una pregunta: ¿sé acariciar a los enfermos, los ancianos, los niños o he
perdido el sentido de la caricia? ¡Aquellos hipócritas no sabían acariciar! Se
habían olvidado…
No avergonzarse de la carne de nuestro
hermano: ¡es nuestra carne! Seremos juzgados por el modo en el que nos
comportamos con este hermano, con esta hermana.
(Homilía en Santa Marta, 7 de marzo de 2014)
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