Cuando la esperanza cristiana es renovada
fluye una nueva luz que hace posible vivir desde la confianza en el Padre
Hoy te invito a
dejar de lado la duda, la incredulidad. Te invito a creer con firmeza que Dios
está interesado en tu situación, que todo lo que te pasa le importa pues es tu
Padre, te ama y tiene preparado lo mejor para ti. En momentos de dificultades
es cuando más aferrado debes permanecer a Dios, sin temor, con seguridad en su
plan de amor para tu vida. No pierdas la esperanza y no dejes de creer en los
milagros, porque todos los días suceden.
Muchas veces en
nuestras vidas, sentimos que Jesús calla, nuestra fe se ve desbordada ante el
dolor, el sufrimiento y las heridas provocadas por una vida no muy coherente al
estilo de vida de Dios. Pero, Jesús está en el camino, Él nos espera, no se
cansa, espera que nuestra fe desborde en confianza abandonándonos a su
voluntad, entonces surge el milagro.
Cuando la esperanza
cristiana es renovada fluye una nueva luz que hace posible vivir desde la
confianza en el Padre, en su proyecto de amor, acogiéndonos en su misericordia
para alimentarnos espiritualmente. ¿Tenemos nosotros esta fe o dudamos de esta
misericordia de Dios en nuestras vidas?
Oración
Oh buen Jesús,
gracias por permanecer a mi lado en todo momento, sobre todo en aquellos en que
me siento derrotado por las tempestades en las que a veces creo que voy a
sucumbir. Te entrego todo lo que estoy viviendo y todo aquello que ha puesto
freno a mis deseos de superación. Bendice mi trabajo, mis esfuerzos por
intentar dar lo mejor de mí. Te alabo y te bendigo por todas las cosas que me
das y por todo el amor que me regalas.
Señor mío, sé que
cuento con tu bendición y con tu protección en medio de las tribulaciones de la
vida. Yo sé cuáles son mis debilidades y mis limitaciones, todos esos
errores que me llevan a faltarte y a faltarles a mis hermanos, pero aun así me
amas y me buscas, sin que yo crea merecerlo. A veces siento que pones a prueba
mi fe, mil tormentas hacen tambalear mis pisadas haciéndome perder el horizonte
de tu amor; pero sé que al final me darás una prueba de tu gran amor y tu gran
compasión, si aprendo a ser paciente ante tu aparente silencio y a tener
confianza en ti.
Amor, paciencia y
confianza: lo que a mí me falta y espero de Ti. Amor a ti y al prójimo,
paciencia ante las pruebas que no faltan, confianza en tu infinita
misericordia.
Amén
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