Adviento significa estar en la confianza y esperar cómo y con
María. El año litúrgico comienza con el fervor del Adviento, es la expectativa
gozosa de Alguien, de Quien ha de venir, del Emmanuel, Dios con nosotros,
un Dios que entra en la historia de la humanidad, para recorrer todas las
etapas y compartir las ansiedades, las alegrías, los dolores, las esperanzas y
las preocupaciones de los hombres y mujeres de toda la historia y de toda la
humanidad.
¡Esa es la novedad del cristianismo! Dios ama tanto a la humanidad
que se convierte en un miembro de ella, como cada ser humano.
Sí, el tiempo de Adviento nos hace esperar la divina y feliz
infancia, la alegría del Señor que se encarna, que toma forma y abraza la
aventura humana a través de la experiencia de la vida de todos los días, con la
simplicidad y la inocencia de la infancia.
¡Él se hace uno de nosotros para darnos la vida divina!
Padre Joseph Bahati Bavurha
St-Loup Cammas (Haute-Garonne, France)
jardinierdedieu.com
http://mariedenazareth.
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