Con pies descalzos camino
buscando la Eternidad en Ti.
Y en ese peregrinar callado
me encontré aprendiendo
a buscar respuestas junto a Ti.
Aprendí a refugiarme en las esperanzas de Cielo,
a mirar las estrellas y sonreír,
con esos sueños que me han robado sonrisas:
de amar y ser amado para poder ser feliz.
Aprendí a buscar en la Luna
respuestas sin sufrir, recorriendo de su mano
el minutero, en noches silenciosas
con frenesí.
Aprendí en el silencio a escuchar a la noche
y parafrasear melodías de anhelos por cumplir
buscando en mi ángel custodio
la dulce compañía del amor,
que siempre estuvo allí.
Aprendí, Señor, en fin
que el Cielo es mi meta,
y cada estrella mi sueño por llegar a Ti,
Que aunque la soledad
cada noche golpee a mi puerta
yo cierro los ojos y me imagino:
Tu Cielo, mi Cielo, mi Fin.
buscando la Eternidad en Ti.
Y en ese peregrinar callado
me encontré aprendiendo
a buscar respuestas junto a Ti.
Aprendí a refugiarme en las esperanzas de Cielo,
a mirar las estrellas y sonreír,
con esos sueños que me han robado sonrisas:
de amar y ser amado para poder ser feliz.
Aprendí a buscar en la Luna
respuestas sin sufrir, recorriendo de su mano
el minutero, en noches silenciosas
con frenesí.
Aprendí en el silencio a escuchar a la noche
y parafrasear melodías de anhelos por cumplir
buscando en mi ángel custodio
la dulce compañía del amor,
que siempre estuvo allí.
Aprendí, Señor, en fin
que el Cielo es mi meta,
y cada estrella mi sueño por llegar a Ti,
Que aunque la soledad
cada noche golpee a mi puerta
yo cierro los ojos y me imagino:
Tu Cielo, mi Cielo, mi Fin.
Autor: P. Guillermo Serra, L.C
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma