Cuando otro actúa de esa manera, decimos que tiene mal
genio; pero cuando tú lo haces, son los nervios.
Cuando el otro se apega a sus métodos, es obstinado;
pero cuando tú lo haces, es firmeza.
Cuando el otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios;
pero cuando a ti no te gusta su amigo, sencillamente muestras ser un buen juez
de la naturaleza humana.
Cuando el otro hace las cosas con calma, es una
tortuga; pero cuando tú lo haces despacio es porque te gusta pensar las cosas.
Cuando el otro gasta mucho, es un despilfarro; pero
cuando tú lo haces, eres generoso.
Cuando el otro encuentra defectos en las cosas, es
maniático; pero cuando tú lo haces, es porque sabes discernir.
Cuando el otro tiene modales suaves, es débil; cuando
tú lo haces, eres cortés.
Cuando el otro rompe algo, es torpe; cuando tú lo
haces eres enérgico.
¿Por qué te fijas en las astillas que tiene tu hermano
y no te fijas en la viga que tienes en el tuyo?
Veamos las virtudes de los demás, y dejemos de juzgar,
que conforme a nuestro juicio seremos juzgados.
Muy buena tu entrada mi querida Magda, ya he regresado de mis largas vacaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Sor.Cecilia
Que alegría Sor Cecilia!!!.... un gusto tenerla de vuelta por aquí...un gran abrazo desde Paraguay!
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