martes, 20 de noviembre de 2012
Zaqueo somos cada uno de nosotros
Hoy, Zaqueo somos cada uno de nosotros. Zaqueo deja entrar a Jesús en su casa y en su corazón, aunque no se sienta muy digno de tal visita.
Nosotros debemos decir al Señor, realmente presente en la Eucaristía: 'Señor, yo no soy digno de que entres en mi morada, pero a pesar de eso, quiero recibirte con todo el amor de mi pobre ser, consolar tu adorable Corazón, tan herido y despreciado por los hombres. Quédate con nosotros, Jesús, porque la noche está cayendo'.
Decía san Máximo: "Nada hay más querido y agradable a Dios como que los hombres se conviertan a Él con un arrepentimiento sincero". Que Él nos ayude a hacerlo realidad.
Dios nos siga bendiciendo.
Alejandro María
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Tu entrada me llega al alma. Muchas gracias. QDTB.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo