Que nos da un amor sin medida,
para que nosotros luego
lo pongamos en practica,
y lo hagamos vida con nuestra vida.
Eres una fuente, Señor,
que cuanto uno más se acerca,
el agua más salpica
frutos de generosidad y de entrega,
de perdón y de humildad,
de comprensión y de ternura.
Eres la fuente, Señor
Del amor auténtico.
Del amor que no se confunde con farsa
Del amor que no se conquista
a golpe de talonario,
o se rompe, simple y llanamente,
cuando la prueba asoma en la esquina.
Eres la fuente, Señor
Del amor que sabe renunciar a uno mismo.
Del amor que busca el bien del otro.
Del amor que dice “perdón” y no odia.
Del amor que calla huyendo de la palabrería.
Del amor que huye del espectáculo.
Del amor que aguanta,
aunque nos digan….que eso es de débiles.
Eres la fuente, Señor
De un amor que la tierra necesita
para cambiar estructuras y personas.
Para llevarnos a feliz puerto.
Para enseñarnos que, el amor,
cuando se mira al cielo,
es irrompible, eterno, duradero,
sin brecha, sin pausa y sin fisura alguna.
Eres la fuente, Señor
Y nosotros, nuestro amor,
no somos sino…
pequeños manantiales,
por los que se desliza tu amor
a toda la tierra.
Amén.
P. Javier Leoz
celebrandolavida.org
Qué gran entrada, Él es nuestra fuente, quien nos proporciona la fe para seguirle, quien nos da la fuerza necesaria y nos guía para seguirle. Me ha encantado. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/