Las máscaras son actitudes que ponemos delante de nosotros para que los demás no nos descubran. Las máscaras sirven para escondernos de los demás y para convencerlos de algo que en realidad no somos.
Podemos encontrarnos ante la Máscara de ser adinerado, de la víctima, de la falsa humildad, etc. Debemos pedir al Espíritu Santo que saque todas nuestras máscaras porque éstas ocultan lo mejor de nosotros: nosotros mismos.
Cuando Dios quita nuestras máscaras dejamos de juzgarnos (condenarnos) a nosotros mismos y de juzgar (condenar) a los demás. Escuchemos la voz insistente de Cristo que nos dice: “¿Dónde estás? Quiero que vuelvas a estar conmigo, voy a sanarte, voy a restaurarte, voy a liberarte y vas a volver a tener la comunión que siempre tuviste conmigo”. (Gn.3:9).
Gracias Señor por amarnos tal y como somos. Nadie necesita ocultarse de ti, nadie debe sentirse mal porque tu amor viene a buscarnos para tener comunión. Gracias por amarnos como solo Tú amas.
Dios nos siga bendiciendo.
Alejandro María
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Como duele cuando te quita la máscara eh? muuucho...pero gracias a la Gracia podemos vernos liberados de la condenacion que hacemos sobre nosotros mismos...que Gracia mas inmensa la de la Misericordia!!!!Gracias Magda
ResponderEliminarAsí es gosspi!...Un abrazo!
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