miércoles, 21 de noviembre de 2012
Presentación de María en el Templo
Al cabo de tres años, los dos esposos deciden cumplir con el voto de ofrecer su hija al Templo.
Joaquín llama a las hijas de los hebreos de sangre pura, para que la escolten con antorchas en su camino hacia el Templo, de manera que atraída por la luz la niña no se viera tentada de volverse hacia atrás en busca de sus padres. Pero la santa Virgen creada toda pura y formada por Dios desde su nacimiento en la virtud y el amor de las cosas celestiales, en grado superior al de toda otra criatura, avanza corriendo hacia el Templo. Pasa delante de las vírgenes de su escolta y sin volverse hacia el mundo, se lanza en los brazos de Zacarías que la esperaba en el atrio, en compañía de otros Ancianos.
Zacarías la bendice diciéndole: «El Señor ha glorificado Tu nombre en todas las generaciones. En ti, El revelará, al final de los tiempos, la Redención que ha preparado para Su pueblo». Y, cosa inaudita para los hombres de la Antigua Alianza, hizo pasar a la niña ante el Santo de los Santos, donde sólo el Gran Sacerdote podía entrar una vez al año, el día de la fiesta de la Expiación. La sentó en la tercera grada del Altar y el Señor entonces hizo descender Sus Gracias sobre Ella. La niña se levantó y se puso a bailar de alegría. Todos los presentes felices contemplaban el espectáculo prometedor de las maravillas que Dios iba pronto a realizar en Ella.
Fotos de:http://liturgia.mforos.com/1699092/9654035-presentacion-de-la-bieneventurada-virgen-maria-memoria-liturgica/
Fuente: http://www.mariedenazareth.com/
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