lunes, 12 de noviembre de 2012
El camino...
El camino angosto y la puerta estrecha no es fácil, pues el mismo hecho de ser angosto es señal de que necesitaremos esforzarnos para caminar en el y mas aún para entrar por la puerta estrecha.
Lo bueno de este camino es que no estaremos solos, sino que siempre habrá un 'cireneo' dispuesto a ayudarnos, alguien que estará con nosotros en todas las circunstancias, en la abundancia y en la escasez, en pocas palabras: siempre estará con nosotros.
Este camino angosto no es muy popular, pues se requerirá una vida santa apartada de los deseos de la carne y que sea incompatible con las corrientes de este mundo. La mayoría de personas huyen de este camino porque no se trata de satisfacer al hombre carnal que todos llevamos dentro, sino más bien de mantenerlo atado.
Este camino es el que nuestro Señor Jesucristo nos vino a mostrar, un camino donde será necesario hallar tropiezos y pruebas, precisamente para mantener la humildad y enderezar nuestro espíritu. Pero de todos los males, de todo aquello que ponga en peligro nuestra alma nos librará el Señor.
Al final del camino, la puerta por la que tendremos que pasar se muestra estrecha, angosta. Pero detrás, el consuelo de todo Hijo de Dios: una vida eterna por heredar.
Dios nos siga bendiciendo.
Alejandro María
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