“Si tu hermano peca, repréndelo y si se arrepiente, perdónalo”. Lc 17, 3
Las relaciones entre las personas son siempre un gran desafío. No es fácil conservar la unidad pues todos fallamos, herimos o lastimamos a veces sin querer y otras veces como fruto de nuestras maldades o heridas. Lo importante es dialogar con los hermanos, indicarles lo que nos molestó, escuchar sus razones y, en clima de perdón, reanudar el camino. No sirve acumular rabias sin expresarlas pues acabaremos por explotar y los daños serán mayores. Cuando alguien nos falla, debemos, en primer lugar, orar; después, dialogar con él y, ante sus razones o su pedido de perdón, recomponer la unidad para volver a la Paz.
¡Paz y Bien!
El Señor te bendiga y te guarde,
El Señor te haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la PAZ.
Hno. Mariosvaldo Florentino, Capuchino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma