¿Quieres seguir a Cristo? Sé humilde donde Él fue humilde; no quieras despreciar su humildad, si pretendes alcanzar su exaltación. Cuando el hombre pecó hizo difícil el camino, pero quedó expedito cuando Cristo lo pisó al resucitar, y transformó las dificilísimas huellas en un camino regio. Por medio de este camino hay que andar con dos pies, es decir, el de la humildad y el de la caridad. Todo el mundo busca la excelencia, sin embargo, el primer paso es la humildad. ¿Por qué extiendes tu pie más allá de ti? Te puedes caer, no subir. Comienza por el primer paso, o sea, por la humildad, y así subirás,
Cesareo Arlés, Sermón 159,14 Dom24TiempoOrdinario
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