Margarita María Alacoque es la religiosa que recibió la visita y
las gracias del Sagrado Corazón de Jesús en Paray le Monial (Francia), en 1673.
En su infancia, Margarita fue curada, gracias a la intercesión de
la Virgen María, de la grave enfermedad que padecía desde hacía cuatro años. En
agradecimiento, el día de su confirmación ella agrega el nombre de “María” al
de “Margarita”. «Yo me dirigía a Ella con tal confianza que, bajo su
protección, me parecía que no podía temer nada. Y me consagré a Ella para ser
por siempre su esclava. Yo le hablaba como una niña, con simplicidad, como a mi
Madre querida, por quien yo sentía un dulce amor. Si entré a la orden de la
Visitación fue porque me sentía atraída por el nombre amoroso de Maria y porque
sentía que ahí se encontraba lo que buscaba.»
Una vez ya siendo religiosa, se enferma y otra vez la Virgen María
la cura diciéndole: «Anímate, mi querida hija, con la salud que te doy de parte
de mi Hijo divino, pues tienes todavía un camino largo y penoso a recorrer,
siempre con la cruz, atravesada de clavos y espinas, y desgarrada de latigazos,
pero no temas, yo no te abandonaré, te prometo mi protección. »
Un minuto con María
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