El Señor en estos últimos
siglos quiso dar a los hombres la prueba suprema de amor y proponerles un
objeto muy adaptado para animarlos a amarle siempre más.
Abrió los tesoros infinitos de su Corazón para enriquecer todos
aquellos que le hubiesen tributado todo el honor y el amor posible.
Para manifestar su corazón, e incendiar al mundo entero de amor,
eligió una humilde Religiosa de la Visitación de Paray-le-Monial, ciudad
francesa. Esta alma privilegiada, nació el 22 de julio de 1647 en Laut Lecourt
hacia Verosvies en la Borgoña. Después de haber superado muchas pruebas, en el
1671 ingresó en el Monasterio de la Visitación y en 1672 emitió sus votos
religiosos. Poco después de su profesión religiosa, Jesús Maestro le manifestó
muchas maravillas e hizo promesas tan extraordinarias a las cuales no se
hubiese prestado fe si no hubiesen sido convalidadas por un hecho incontestable
y palpable.
Tres son las apariciones
con las cuales Nuestro Señor quiso consolar a su elegida.
La primera sucedió el 27 de diciembre de 1673. En ella la joven
virgencita fue por el mismo Jesucristo consagrada su apóstol; llamada a
difundir y propagar el culto a su adorable Corazón; a manifestar a los hombres
su voluntad; y hacerles conocer lo que el Sacratísimo Corazón de Jesús promete
a quien hace conocer y propaga su culto.
La segunda sucedió en la octava de Corpus Christi en el año 1674.
En ella Jesús manifestó las inexplicables maravillas de su amor y el exceso a
que, su Corazón, lo había llevado hacia los hombres, de cuyos no recibía más
que abandono y ultrajes. Después añadió: “El abandono en el cual me dejan me es mucho más
doloroso de lo que sufrí en mi pasión, tanto que si los hombres me
contracambiaran amor, yo estimaría poco todo lo que hice por ellos y quisiera
si fuere posible hacer aún más; pero los hombres no tienen más que frialdades y
repulsas por todas mis solicitudes. Tú a lo menos dame este consuelo, de suplir
cuanto puedas a su ingratitud”.
La tercera sucedió el 16 de
junio de 1675, igualmente en la octava de Corpus Christi. Apareciéndole
resplandeciente como las demás veces, y mostrándole su Corazón, se quejó de los
continuos ultrajes y sacrilegios que recibe en el Sacramento de amor; y agregó
con más dolor, que los recibía de corazones a Él consagrados.
Por esto le confió la
misión de hacer conocer y amar su adorable Corazón y hacer establecer en la
Iglesia una fiesta especial de reparación. “Es esto lo que yo te
pido: que el primer viernes después de la octava de Corpus Christi, sea
dedicado a una fiesta particular para honrar a mi Corazón, participando en
aquel día a la Santa Comunión y haciéndole condigna reparación por los indignos
tratamientos que recibe en el Santo Altar. Y Yo te prometo que mi Corazón se
dilatará para esparcir con abundancia las riquezas de su Amor sobre todos los
que rendirán dicho honor y procurarán que otros hagan los mismo”.
(Este año 2017 será el viernes 23 de junio esta Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús)
(Este año 2017 será el viernes 23 de junio esta Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús)
En esta tercera revelación se halla todo lo que se refiere a la
devoción del Sagrado Corazón; o sea su principio, que no es otra cosa que amor;
su fin, que es de ofrecer a Dios un culto de reparación, de consuelo; su
carácter, que es el de ser un culto público, después de haber sido por mucho
tiempo, una devoción íntima; y por último sus efectos, que consisten en una
nueva efusión de amor divino sobre la Iglesia y particularmente sobre aquellas
almas piadosas que serán de esta devoción promotoras y apóstoles, puesto que
Jesús dijo a la Santa: “Anuncia y haz saber
al mundo entero que yo no pondré límites a mis beneficios cuando éstos me serán
solicitados por mi Corazón”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma