He aprendido que cuando saludo a la gente en el campo, dejan de hacer lo
que están haciendo, para devolverme el saludo.
He aprendido que cuando quieres animarte, debes intentar animar a alguien
más.
He aprendido que aunque es difícil admitirlo, secretamente estoy feliz de
que mis padres sean estrictos conmigo.
He aprendido que la compañía silenciosa a menudo es más gratificante que
las palabras de aliento.
He aprendido que cuando alguien dice algo malo de mí, debo vivir de tal
forma que nadie le crea.
He aprendido que hay gente que nos ama mucho, pero sencillamente no sabe
cómo expresarlo.
He aprendido que puedo alegrarle el día a alguien tan solo con enviarle una
pequeña nota.
He aprendido que mientras más grande es la culpa que siente una persona,
mayor es su necesidad de culpar a otros.
He aprendido que no importa qué suceda, o que tan malo parezca el día, la
vida continua, y será mejor mañana.
He aprendido que no importa cuál sea la relación con tus padres, siempre
los extrañas terriblemente cuando mueren.
He aprendido que ganarse la vida no es lo mismo que tener una vida.
He aprendido que si quieres hacer algo positivo por tus hijos, debes
trabajar para mejorar tu matrimonio.
He aprendido que siempre, la vida te da una segunda oportunidad.
He aprendido que cuando decido algo con gentileza, normalmente tomo la
decisión correcta.
He aprendido que a cualquiera le cae bien una oración.
He aprendido que vale la pena creer en milagros... y a decir verdad, he
visto algunos.
He aprendido que aún tengo mucho que aprender.
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