Mañana vais a volver a casa. Les pido a todos un gesto y una oración.
Cuando abráis la puerta de vuestra iglesia, al llegar, deteneos un instante y decidle a María: « Oh Madre, entra tú primero. Yo quiero de hoy en adelante en esta casa que es mía y tuya, rezar contigo, predicar contigo, confesar contigo: yo quiero que todo mi sacerdocio sea contigo.» Después iréis al presbiterio, y tras abrir la puerta, deteneos una vez más un instante, para invitar a Maria a pasar antes que vosotros, y decidle: « Oh Madre, entra tú primero. Yo quiero vivir contigo en este hogar, cerca de ti, en la mortificación, en la paciencia, en la pureza, en la caridad. » Finalmente, cuando abráis la puerta de vuestra habitación, deteneos una vez más, invitad a vuestra madre a pasar primero, y decidle: « Aquí sobre todo, Madre, no me abandones. Yo quiero aquí rezar contigo, estudiar, dormir, morir bajo tu mirada, muy cerca de tu corazón. »
Cuando abráis la puerta de vuestra iglesia, al llegar, deteneos un instante y decidle a María: « Oh Madre, entra tú primero. Yo quiero de hoy en adelante en esta casa que es mía y tuya, rezar contigo, predicar contigo, confesar contigo: yo quiero que todo mi sacerdocio sea contigo.» Después iréis al presbiterio, y tras abrir la puerta, deteneos una vez más un instante, para invitar a Maria a pasar antes que vosotros, y decidle: « Oh Madre, entra tú primero. Yo quiero vivir contigo en este hogar, cerca de ti, en la mortificación, en la paciencia, en la pureza, en la caridad. » Finalmente, cuando abráis la puerta de vuestra habitación, deteneos una vez más, invitad a vuestra madre a pasar primero, y decidle: « Aquí sobre todo, Madre, no me abandones. Yo quiero aquí rezar contigo, estudiar, dormir, morir bajo tu mirada, muy cerca de tu corazón. »
Cardinal Verdier,
Souvenir de mes retraites pastorales.
Citado en: Maria, estudios sobre la Virgen María, dirección de Hubert du Manoir, s. j. Tomo III, 1954
Souvenir de mes retraites pastorales.
Citado en: Maria, estudios sobre la Virgen María, dirección de Hubert du Manoir, s. j. Tomo III, 1954
Que hermosa entrada Magda!
ResponderEliminarInvitar a María a estar con nosotros, sea cual sea la vocación,sea cual sea la realidad...si ella viene con nosotros Dios está con nosotros.Un abrazo Dios quede contigo.
Que lindas palabras Marìa! Bendiciones!!!
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