El que es acusado por su familia de estar "fuera de sí", loco, enajenado, es el que nos invita a estar dentro de nosotros, en comunidad.
Acusado por los escribas de estar bajo el dominio de Satanás, es el único capaz de tenerlo "atado'.
Uno de los signos de lo demoníaco es la división, tanto personal (casa) como social (reino).
Negar la presencia de Jesús y su acción en la historia (Espíritu) imposibilita recibir su perdón.
Acusado por los escribas de estar bajo el dominio de Satanás, es el único capaz de tenerlo "atado'.
Uno de los signos de lo demoníaco es la división, tanto personal (casa) como social (reino).
Negar la presencia de Jesús y su acción en la historia (Espíritu) imposibilita recibir su perdón.
SIGLOII
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