Santa en el cuerpo, recibió el don de la virginidad; para que fuese también santa en el alma, recibió el don de la humildad
Las grandezas de María, San Bernardo Abad.
«Y en mi angustia clamé a Yavé, le grité a mi Dios. Mi grito llegó hasta su presencia, desde su templo escuchó mi voz». 2 Sam 22, 7.
Señora, tu nombre es suspiro del alma.
Tu nombre es perfume de unción.
Tu nombre es alegría en el corazón, miel en la boca, melodía para los oídos
San Antonio de Padua
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