(Mediante La Medalla Milagrosa De Nuestra Señora)
¡Oh María, sin pecado concebida, cuya inmensa Bondad y tierna Misericordia no excluye el alivio de este amargo fruto de la culpa que se llama enfermedad de la cual es con frecuencia víctima nuestro miserable cuerpo!
¡Oh Madre Piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me tienes implorando Tu favor. Lo que tantos afligidos obtenían por la Palabra de Tu Hijo Jesús, obténgalo este querido enfermo, que Te recomiendo, mediante la aplicación de Tu Medalla.
Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor Tuyo, podamos exclamar agradecidos: La Medalla Milagrosa le ha curado.
Amén.
(ES NECESARIO que el enfermo por el que rezamos lleve al cuello, o sujeta a la ropa, la Medalla Milagrosa, a ser posible, bendecida por un sacerdote. Si el enfermo es piadoso, debe también rezar esta misma súplica y encomendarse sobre todo, a la Voluntad de Dios)
Rezar ahora tres Avemarías anteponiendo la Jaculatoria
"Oh María sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a Vos"
Fuente: EGuzman
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