No nos desanimemos porque Cristo ha resucitado y ha vencido a la
Muerte, y el Mal no tendrá la última palabra, sino que el triunfo será de Dios
y de sus hijos.
Entonces, que al ver todo el mal que hay en el mundo y en nuestras vidas, no nos descorazonemos, sino pensemos en que hay un Cielo que no espera al final del camino, que está hecho para nosotros, y que Dios quiere que lleguemos a él.
No hagamos caso al demonio que nos sugiere: “el cielo no es para ti. ¿no te acuerdas todos los pecados que has cometido? etc. etc.” No le prestemos oído al Maligno que nos quiere llevar al desánimo y a la desesperación. Recordemos más bien al Buen Ladrón, que en el momento final de su vida se volvió a Dios y Él lo perdonó y lo premió ese mismo día con el Paraíso. ¡Y eso que había tenido una vida malísima, quizás habría llegado a ser asesino, además de ladrón! Y se salvó en el último momento. También nosotros tenemos esperanza y debemos pensar en el Cielo que no espera, porque Dios quiere que todos los hombres se salven, y no nos ha creado para el Infierno.
Pensemos en el Cielo que nos espera al final. Pero ya mismo comencemos a vivir el Paraíso en la tierra. Apaguemos el televisor y dejemos de leer diarios que nos quitan la paz y nos introducen la desconfianza y la angustia. Dediquémonos más bien a la oración y a pensar que Dios nos ama infinitamente y que Jesús camina a nuestro lado y que somos hijos de Dios, dignidad grande que tenemos los hombres.
La vida se pasa volando, y si hoy sufrimos, no será para siempre, sino que el Cielo nos espera. No le llevemos el apunte a Satanás que nos quiere hacer creer que ya todo está perdido. Porque en el momento más oscuro, Dios y su Madre intervendrán de modo aplastante y se hará la paz en el mundo. Mientras esperamos ese momento dichoso, vivamos tranquilos y contentos, sabiendo que Dios nos ama y que nos cuida, y que tiene contados hasta nuestros cabellos, como lo dice Jesús en su Evangelio. Así que a no desanimarnos ni descorazonarnos que el Cielo nos espera, y ya podemos empezar a vivirlo desde este mundo, porque pensando en el premio grande que tendremos por nuestros padecimientos, nos hace vivir felices ya desde esta tierra
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma