Primera Lectura
Éxodo 14, 21-15, 1
Éxodo 14, 21-15, 1
Meditatio
En este mundo tecnificado, cientista y autosuficiente, es necesario que muchos de los cristianos revaloremos la figura de Dios en nuestra vida. Esto lo digo porque, con facilidad, perdemos de vista que nosotros creemos en el Dios revelado por Cristo, en el Dios todopoderoso que es capaz de abrir el mar en dos para salvar a su pueblo; es el Dios que hace concebir a la Virgen Santísima por obra del Espíritu Santo; es el Dios que para salvarla envía un ángel a José; es el Dios que resucitó a Cristo, en una palabra, el Dios para quien nada, absolutamente nada, es imposible.
Si hemos pedido y no se nos ha concedido, no es porque Dios no lo pueda hacer, o no lo quisiera hacer, sino simplemente porque no nos convenía en ese momento. Los judíos cuando vieron la obra de Dios, nos dice la Escritura que "creyeron en el Señor". Cada prueba, cada mar Rojo que se presenta ante nosotros, es la oportunidad para que nuestra fe y nuestra confianza en Dios crezcan.
No importa cuán grande sea el mar que se presenta delante de ti, Dios tiene un proyecto maravilloso para que este mar se abra y así llevarte a la salvación. Dios solo te pide, como a los israelitas, que tengas confianza en él y que te pongas a caminar. Entonces verás la gloria y el poder de Dios.
En este mundo tecnificado, cientista y autosuficiente, es necesario que muchos de los cristianos revaloremos la figura de Dios en nuestra vida. Esto lo digo porque, con facilidad, perdemos de vista que nosotros creemos en el Dios revelado por Cristo, en el Dios todopoderoso que es capaz de abrir el mar en dos para salvar a su pueblo; es el Dios que hace concebir a la Virgen Santísima por obra del Espíritu Santo; es el Dios que para salvarla envía un ángel a José; es el Dios que resucitó a Cristo, en una palabra, el Dios para quien nada, absolutamente nada, es imposible.
Si hemos pedido y no se nos ha concedido, no es porque Dios no lo pueda hacer, o no lo quisiera hacer, sino simplemente porque no nos convenía en ese momento. Los judíos cuando vieron la obra de Dios, nos dice la Escritura que "creyeron en el Señor". Cada prueba, cada mar Rojo que se presenta ante nosotros, es la oportunidad para que nuestra fe y nuestra confianza en Dios crezcan.
No importa cuán grande sea el mar que se presenta delante de ti, Dios tiene un proyecto maravilloso para que este mar se abra y así llevarte a la salvación. Dios solo te pide, como a los israelitas, que tengas confianza en él y que te pongas a caminar. Entonces verás la gloria y el poder de Dios.
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