“Un hijo de María nunca perecerá.”
Virgen de Schoenstatt, Madre tres veces Admirable,
El 18 de octubre -aniversario de la primera Alianza de Amor y fundación de Schoenstatt- será un día dedicado a la oración en los Santuarios de Schoenstatt. La devoción de la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt se origina en el Santuario que está en Schoenstatt (Alemania) a orillas del río Rhin, cerca de la ciudad de Vallendar. Allí el 18 de octubre de 1914, un grupo de jóvenes guiados por su Director espiritual el Padre José Kentenich, se consagraron a la Virgen sellando con Ella una Alianza de Amor. Le pedían a María que se estableciera en el Santuario, y desde allí distribuyera los abundantes dones y gracias que su Hijo Jesucristo le concede; a cambio, ellos le ofrecían sus oraciones y sacrificios, sus éxitos y sus fracasos (capital de gracias).
“Me parece que puedo manifestarles una secreta idea predilecta. San Pedro, después de haber contemplado la gloria de Dios en el Tabor, exclamó arrebatado: "¡Qué bien estamos aquí! ¡Hagamos aquí tres tiendas!". Una y otra vez vienen a mi mente estas palabras y me he preguntado ya muy a menudo: ¿Acaso no sería posible que la Capillita de nuestra Congregación al mismo tiempo llegue a ser nuestro Tabor, donde se manifieste la gloria de María?... Sospecharán lo que pretendo: quisiera convertir este lugar en un lugar de peregrinación, en un lugar de gracia…Todos los que acudan acá para orar deben experimentar la gloria de María y confesar: ¡Qué bien estamos aquí! ¡Establezcamos aquí nuestra tienda! ¡Este es nuestro rincón predilecto!”. (Padre Kentenich a un grupo de jóvenes 18 de octubre de 1914)
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María Santísima es tres veces Admirable porque es Hija predilecta del Padre, Madre y Compañera de Cristo y Templo del Espíritu Santo, pero, además, Ella es tres veces Admirable porque cumple en forma admirable sus tareas de Madre, Educadora y Reina.
Como Madre, María cuida de las necesidades de los hombres tanto las materiales como las espirituales.
Como Educadora, Ella quiere transformar el corazón de sus hijos: el hombre viejo debe dejar lugar al hombre nuevo, hecho a imagen y semejanza de Jesús.
Como Reina, María estimula a los cristianos a que construyan un mundo más coherente con los valores del Reino de Cristo: más justo, libre, veraz, solidario y filial.
En los cinco continentes se encuentran alrededor de 200 Santuarios y miles de ermitas dedicadas a la Madre tres veces Admirable, donde se reciben especialmente las llamadas “gracias de peregrinación”, que penetran en el alma de los peregrinos y la sanan.-La gracia del cobijamiento espiritual.
-La gracia de la transformación interior.
-La gracia del envío apostólico.
-La gracia de la transformación interior.
-La gracia del envío apostólico.
La peregrinación constante y fiel al Santuario, el contacto permanente con esta fuente santa de gracias, permite a la Santísima Virgen actuar como nuestra Madre, Educadora y Reina regalándonos las gracias que necesitamos.
La gracia del cobijamiento espiritual: es la certeza de que Dios nos ama, que nunca nos dejará porque siempre está dispuesto a recibirnos como hijos pródigos.
La gracia de la transformación interior: es la experiencia de que amando a Maria nos asemejamos a Ella en su Amor a Dios y a los hombres.
La gracia del envío apostólico: es el anhelo que surge en el corazón del que ha sido bendecido por Dios, de que otros reciban esa misma bendición.
Cuando uno entra en los Santuarios de Schoenstatt se puede leer en torno a la imagen de gracias la siguiente frase que es todo un lema de vida: “Un hijo de María nunca perecerá.”
Fuente: mariamediadora.com
Muy linda entrada!
ResponderEliminarSiempre tan activa vos!
Abrazotes
Buenas noches Magda, me alegro que hayas venido, te extrañaba, yo no puedo llegar a tantos, cada día con más amigos y menos tiempo.
ResponderEliminarBuena entrada. Ojala ningún hijo de María muera por el pecado, Ella nos ayuda a slvar las tentaciones
Te dejo un beso de mi ternura
Sor. Cecilia
Hola Diego!!.. que bueno tenerte de nuevo por acá... Un gran abrazo.
ResponderEliminarSor Cecilia..siempre estoy paseando por su blog, solo que no todas las veces dejo mi comentario... pero siempre estoy ahi...me he encariñado mucho con usted... un gran abrazo.