Ese Poder inexcrutable descendió revistiéndose de miembros tangibles para que los desesperados se acerquen a Él, de modo que, tocando su Humanidad perciban su Divinidad: pues a aquel mudo lo tocó el Señor con los dedos de su cuerpo; se acercó a sus oídos y tocó su lengua. Sin embargo, por medio de los dedos tangibles tocó a la Divinidad intangible, Efrén De Nísibe
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