Simeón tomó al niño en brazosy a tí misma te anuncióque una espada traspasará tu alma,y tu dulcísimo Corazón. El niño iba creciendoy tu, María, mujer en el dolor,meditabas y conservabas,las profecías de Ana y Simeónen tu corazón.
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma
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