San José, el protector y custodio de la Sagrada Familia, juega un papel decisivo en la batalla espiritual que se está librando, cada vez de forma más evidente e intensa.
El dragón, la serpiente antigua, se retuerce sabiendo que ya ha sido derrotada, pero intenta arrastrar con su coletazo final todas las almas que pueda.
San José, junto a la Eucaristía y al Inmaculado Corazón de María, constituye uno de los tres pilares para nuestra victoria sobre el príncipe de este mundo, que tiene los días contados.
¡No temáis! Cristo vence.
San José y San Miguel Arcángel, rogad por nosotros
El dragón, la serpiente antigua, se retuerce sabiendo que ya ha sido derrotada, pero intenta arrastrar con su coletazo final todas las almas que pueda.
San José, junto a la Eucaristía y al Inmaculado Corazón de María, constituye uno de los tres pilares para nuestra victoria sobre el príncipe de este mundo, que tiene los días contados.
¡No temáis! Cristo vence.
San José y San Miguel Arcángel, rogad por nosotros
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