Feliz Día del Señor.
"Mira a aquel por quien has sido hecho bello" (San Agustín, Comentario a la Primera carta de San Juan, IX, 9).
Es el amor con que Cristo nos ha amado lo que transfigura el rostro del crucificado en el rostro hermoso. Su belleza es trasladada a nuestra naturaleza. El amor del crucificado es la belleza que salva.
«La experiencia de lo bello recibe una nueva profundidad, un nuevo realismo. Aquel que es la Belleza misma se ha dejado desfigurar el rostro, escupir encima y coronar de espinas. […] Precisamente en este rostro desfigurado aparece la auténtica y suprema belleza: la belleza del amor que llega hasta el extremo y por eso se revela más fuerte que la mentira y la violencia» (Benedicto XVI: la contemplación de la belleza).
Hoy la verdad se hace humana, el bien es posible, la belleza es total, el Camino y la Vida es una Persona. En este rescate amoroso se revela la totalidad del hombre; ya podemos hablar de la auténtica belleza.
📷: Parroquia de San Miguel de Miramar (Málaga).
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