CRISTO DE LA MISERICORDIA, SANGRE DE MÁRTIRES!

Este poema lo compuse para la Semana Santa 2016. Este poema quiso y quiere ser oración y consagración. Memoria espiritual que dejo en el Corazón de mi Señor. Homenaje a mis hermanos de la Misericordia.Cada estrofa viene encabezada con una cruz. Quince cruces. Las estaciones del Vía Crucis más la primera del Vía Lucis -La resurrección-. La Misericordia será más fuerte que la miseria... siempre!)

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En el leño santo de la Cruz,
con libre amor, besada,
se duerme, con misericordia,
para hacer nuevas todas las cosas,
Cristo, el nuevo Adán...
para arrebatar,
con justicia, nuestras vidas,
de las garras de Satán.
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Cristo de la Misericordia,
sangre de mártires,
cierras tus ojos sin dejar de velar.
Con el corazón desgarrado,
dime, sueña…
tu hermano de sangre,
¿qué destino verá?
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“En el Paraíso conmigo estarás.
Soy, del Padre, su Rostro y su Amor.
Soy, de los hombres, el rey de los corazones…
Porque si, en verdad, se ama…
nunca, en verdad,
se atiende a razones.”
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Hijo bendito de la Dolorosa…
que sales porteado
sobre los hombros
de los hermanos.
A tu paso… ¿Qué encuentras?
¿Qué ves? ¿Qué te duele?
Tambores, incienso, oración…
Cristo a nuestra altura,
Dios, abierto en carnes…
en puro, santo y desnudo amor.
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Cristo de la Misericordia y de los mártires,
esencia de esta tierra gijonesa,
que con fe y clemencia te adora…
añoramos, de veras, tu abrazo
y esperamos, con paciencia,
la Hora…
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Desatarte las manos
¡quién pudiera!
quitarte los clavos hechos plata…
con sangre preciosa del martirio
para descansarte…
¡quién lo lograra!
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No quiero darte vinagre sino amor.
No quiero darte ingratitud sino verdad.
Besar tu Corazón desbordante
de santo amor y divina fidelidad.
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Consagra tu familia y tu ciudad
con tu mirada santa…
Que el demonio no haga estragos,
en tu heredad, con su lacra.
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Duérmete en la carne, Jesús,
duérmete mi bien…
Si Tú no te duermes,
"resucitado", “hijo”, “heredero”…
nunca podré ser.
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Los cielos, en tarde de Jueves santo,
en Gijón, se rasgan,
la misericordia, sin cesar,
se abaja, llueve.
La tierra, aunque bañada por el mar,
necesita ser esponjada;
la mirada de Dios reposa leve.
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Cristo santo de los mártires,
de los que luchan
y, en batalla, dan fe.
Lógranos del Padre la misericordia;
logra la Casa, logra la vida,
los hermanos, la mies.
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Tres santas miradas:
La dolorosa, su Hijo
y al que tanto quería, San Juan.
Calvario bendito,
pasión agraciante,
Iglesia santa,
donde la paz del alma…
del cielo viene y al prójimo se da.
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No merezco nada,
Cristo de la Misericordia.
Que me salve de la muerte,
sólo tu amor anhelo;
Amarte, servirte siempre
porque me amaste Tú primero.
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Sólo Tú eres digno de fe,
por la sangre, el madero,
los clavos.
Hasta la última gota de sangre,
cantarán, con su vida,
tus pobres y elegidos hermanos.
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Danos la gracia de ser
"cáliz" sagrado
donde, tu compasión y tu gloria,
humildemente y ,por tu gracia, recojamos…
Y todos beban… y todos…todos…
en la misericordia seamos
del Padre…hijos;
en el Hijo…¡amados!

ENRIQUE ÁLVAREZ MORO, Sacerdote y hermano de la Santa misericordia

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