María es Medianera de todas las gracias.
Sólo Ella puede arrancar las mayores gracias, y hasta las más imposibles, a su
Divino Hijo. Los santos también interceden, pues nadie ha sido elevado a tal
rango como María: su Maternidad Divina, su Inmaculada Concepción, el Arca de la
Alianza.
Por eso tenemos que ir a Jesús por María, y de María a Jesús. Cristo hubiera podido aparecer de adulto en el mundo, pero quiso servirse de María para redimir al mundo. La Santísima Virgen María es el canal, el acueducto de las gracias de Dios.
Todas las gracias que vienen a nosotros tienen el perfume de María, porque sus manos hermosas e inmaculadas las han distribuido, del Corazón de Jesús a las almas.
María, Medianera de todas las gracias, rogad por nosotros.
Del muro de Alejandro María