Las Lágrimas de la Madre de
los Dolores llenan la Escritura y desbordan en todos los siglos. (…)
Todas las veces que uno llora, en medio de la muchedumbre o en la soledad, es ella misma la que llora, porque todas las lágrimas le pertenecen en su calidad de Emperatriz de la Beatitud y del Amor.
Las Lágrimas de María son la Sangre misma de Jesucristo, derramada de otra manera, como su Compasión fue un tipo de crucifixión interior para la Humanidad santa de Su Hijo.
Las Lágrimas de María y la Sangre de Jesús son la doble efusión de un mismo corazón y se puede decir que la Compasión de la Santa Virgen fue la Pasión bajo su forma más terrible.
Es lo que expresan estas palabras dirigidas a Santa Brígida: “Como Adán y Eva vendieron el mundo por una sola manzana, mi Hijo y yo, hemos rescatado este mundo con un solo Corazón.”
Todas las veces que uno llora, en medio de la muchedumbre o en la soledad, es ella misma la que llora, porque todas las lágrimas le pertenecen en su calidad de Emperatriz de la Beatitud y del Amor.
Las Lágrimas de María son la Sangre misma de Jesucristo, derramada de otra manera, como su Compasión fue un tipo de crucifixión interior para la Humanidad santa de Su Hijo.
Las Lágrimas de María y la Sangre de Jesús son la doble efusión de un mismo corazón y se puede decir que la Compasión de la Santa Virgen fue la Pasión bajo su forma más terrible.
Es lo que expresan estas palabras dirigidas a Santa Brígida: “Como Adán y Eva vendieron el mundo por una sola manzana, mi Hijo y yo, hemos rescatado este mundo con un solo Corazón.”
Léon Bloy
En Las lágrimas de María
http://es.mariedenazareth.com/
Oh Mediadora de todas las gracias, Salud de los enfermos, consoladora de los afligidos, dulce y triste Virgen de las Lágrimas, no abandones a tu hijo en su dolor, sino como Madre llena de benignidad dígnate venir solícitamente a mi encuentro. Ayúdame, asísteme; recibe los gemidos de mi corazón y enjuaga piadosamente las lágrimas que riegan mi rostro.
Por las lágrimas de compasión con que al pie de la cruz acogiste en tu seno maternal a tu Hijo muerto recíbeme también a mi pobre hijo tuyo, y obténme con la gracia divina un aumento de amor a Dios y a mis hermanos que son también hijos tuyos.
Por tus preciosas lágrimas, obténme también, oh amabilísima Virgen de las Lágrimas, la gracia que ardientemente deseo y que ahora pido confiadamente con amorosa insistencia…
Oh Virgen de Siracusa, madre de amor y de dolor, a tu Corazón Inmaculado y dolorido consagro mi pobre corazón; recíbelo, guárdalo. sálvalo con tu amor santo y que jamás falla.
Corazón inmaculado y dolorido de María, ten compasión de mi.
Rezar la Salve.
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