“¿Cuál es
la realidad que atrae mi corazón como un imán?”
invitó esta vez el Papa Francisco a que nos
preguntásemos, en su reflexión previa a la oración del
Ángelus del domingo 11 de agosto con los peregrinos de
la Plaza del Santuario de San Pedro.
“El
cristiano es uno que lleva dentro de sí un deseo muy
grande y profundo: aquel de encontrarse con el Señor
junto a sus hermanos, a sus compañeros de camino. Y todo
esto se resume en un famoso dicho de Jesús: ‘Donde está
tu tesoro, allí estará también tu corazón’ (Lc.12,34).”
dijo Francisco inspirado en el Evangelio de la liturgia
del domingo. Por esto, aunque la realidad más importante
sea llevar adelante la familia, el trabajo, “es el
Amor de Dios el que da sentido a los pequeños empeños
cotidianos y el que también ayuda a afrontar las grandes
pruebas”. Éste es el verdadero tesoro del hombre
-afirmó el Papa-, un amor que no es vago, sino que
tiene un nombre: Jesucristo, que “nos permite ir más
allá de las experiencias negativas; no quedar
prisioneros del mal, nos abre a la esperanza, al
horizonte final de nuestra peregrinación”. El deseo
del encuentro definitivo con Cristo “nos hace estar
siempre preparados, con espíritu despierto, porque
esperamos este encuentro con todo el corazón, con todo
nuestro ser.”
Después de
rezar el Ángelus el Papa Francisco recordó que el 15 de
agosto se celebra la Asunción de María, alentando a
recordar a nuestra Madre que está en el Cielo con Jesús.
Luego empezó
sus saludos, dirigiéndose a los musulmanes de todo el
mundo y reiterando su deseo de que cristianos y
musulmanes se comprometan en el respeto mutuo:
«Quisiera dirigir un saludo a los musulmanes del mundo
entero, nuestros hermanos, que desde hace poco han
celebrado la conclusión del mes de Ramadán, dedicado en
particular al ayuno, a la oración y a la limosna. Como
escribí en mi Mensaje para esta ocasión, deseo que
cristianos y musulmanes se comprometan en el respeto
mutuo, en especial a través de la educación de las
nuevas generaciones».
El 15 de agosto
celebraremos la Solemnidad de la Asunción de la
Bienaventurada Virgen María al Cielo. La Novena de
preparación en honor a la Santísima Virgen comienza el
martes 7 de agosto.
Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del Cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte" (LG 59; cf. Pío XII, Munificentissimus Deus, 1 noviembre 1950: DS 3903). La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos. (Catecismo de la Iglesia Católica, 966)
Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del Cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte" (LG 59; cf. Pío XII, Munificentissimus Deus, 1 noviembre 1950: DS 3903). La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos. (Catecismo de la Iglesia Católica, 966)
NUESTRO DESEO GRANDE Y PROFUNDO
DE LA FIESTA SIN FIN
http://www.mariamediadora.com/Oracion/Newsletter774.htm
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