Iniciamos cuarenta días de preparación al gran acontecimiento
de la Pascua. Con el miércoles de ceniza, la cuaresma
nos distancia de toda máscara y vida vacía.
Estamos llamados a sensibilizarnos por la oración, la caridad
y el ayuno a la próxima Semana Santa.
¿Sabes lo que es vivir la cuaresma?
Vivir la cuaresma es.......
Prepararse para caer en la cuenta del significado que encierra
y celebrar, en la Pascua, el fruto y triunfo de la cruz: la
Resurrección.
Despojarse de la distancia que existe entre uno mismo y sus ideales
cristianos: la coherencia.
Ayunar de aquello que deleita aparentemente pero que nos deja
enganchados en el débil placer: sacrificio.
Dar, no tanto lo que nos resulta fácil, cuanto aquello que supone
un esfuerzo: la caridad.
Enviar “mail” abundantemente al Padre sabiendo que siempre
da cumplida respuesta: oración.
Vivir la cuaresma es.......
–Sentirse beduino, con lo imprescindible, en un desierto de 40 días.
–Ojear la Palabra de Dios como el oasis más esperado.
–Valerse y ser uno mismo sin necesidad de adulteraciones
ni hipocresías.
–Resistir a la tentación de abandono y de vender a DIOS,
que es todo, por la nada.
–Ser nómada buscando en las fuentes de agua fresca que produzcan
satisfacción interna y recuperación de fuerzas por la reconciliación
con uno mismo y con los demás.
–Acercarse a las fértiles orillas de la Palabra de Dios, de su
Eucaristía
y de la confesión.
Vivir la cuaresma es.......
–Hacer deporte en cristiano con el alma y el corazón.
–Caminar por las sendas del bien y sudar las toxinas de la mentira.
–Levantar y aguantar las pesas del prójimo.
–Correr hacia las metas que nos hacen sentirnos bien.
–Tomar, como alimento, las pastillas de la oración y de la
contemplación.
–Ejercitar la austeridad como disciplina de fe y ...
hasta de salud para las calorías.
Vivir la cuaresma es.......
Es comenzar por inclinar la cabeza y recordar que –lejos de ser dioses–
somos hombres y mujeres de carne y hueso. Necesitados de un “toque”
por parte de DIOS para emprender este camino que nos llevará
a la Pascua para, entonces, reconocer que en Jesús se encuentra
la Salvación y la Paz que el ser humano, errante, torpe y orgulloso,
se empeña en olvidar y dejar a un lado.
¡Vivamos la cuaresma!
Buen comienzo!
P. Javier Leoz
celebrandolavida.org
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