Si dudo de tus promesas; levanta mi fe, Señor.
Si aumentan mis pesares; alza mi ánimo, Señor.
Si me acosan mil dificultades;
haz inmensa mi fortaleza, Señor.
Si mi interior se acobarda; reaviva mi espíritu,
Señor.
Si me ciegan los ídolos;
dirige mi vista hacia Ti, Señor.
Si me enloquece la apariencia;
lleva mi corazón a Ti, Señor.
Si mi cabeza se inclina; sostenla para poder
verte.
Si me encuentro esclavo;
rompe mis cadenas para poder caminar.
Si me encierro en mí mismo;
reorienta mi alma hacia Ti, Señor.
Si me conformo con lo que veo;
recupera mi afán de buscarte.
Si sufro por la ansiedad;
alimenta en mí la conformidad.
Si prefiero la comodidad;
llámame y ponme en pie, Señor.
Si duermo y no te espero;
abre mis ojos y despiértame, Señor.
Si me despisto y no te busco;
espabílame y condúceme, Señor.
Si me equivoco de dirección;
recondúceme y reoriéntame, Señor.
Si prefiero otros señores;
háblame y hazme ver tu grandeza.
Si no tengo miedo a nada;
dame fe y dame tu santo temor.
Si me creo único e invencible;
acércate y dame humildad.
Si pasa el tiempo y desespero;
ayúdame y ven a mi encuentro en Navidad.
Amén.
P. Javier Leoz
celebrandolavida.org
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